Ir al contenido principal

L a cultura actual sigue una receta específica para dar a los niños el mejor futuro posible: la subcontratación.

¿Quieres que tu hijo sea grande en el béisbol? Encuentra el mejor entrenador.

¿Quiere que su hijo sea excelente en ciencias? Encuentra el mejor profesor particular.

Esta receta obliga a los padres a plantearse una pregunta sobre el desarrollo espiritual: Si no he recibido una formación religiosa formal (o una formación en materia de paciencia), ¿cómo puedo enseñar a mis hijos a tener una fe sólida que resista las fuerzas del mundo?

Si quieres que tu hijo sea fuerte en la fe, busca el mejor ministerio infantil. ¿Verdad?

La iglesia cuenta con líderes capacitados, programas divertidos, un plan de estudios y un ala de edad apropiada para los niños. Para los padres cansados e inseguros, esto parece una receta para el éxito.

Por favor, no me malinterpreten. No son cosas malas. Sin embargo, cuando se utilizan como medio principal para transmitir la fe, encontramos problemas. La subcontratación puede ser la mejor respuesta si usted quiere que su hijo sea una estrella del fútbol, pero la transmisión de la fe fue diseñada para ser hecha en casa. En las Escrituras, Dios establece cómo la próxima generación se levantará en la fe, y proporciona las mejores personas para llevarlo a cabo.

No es la iglesia que tiene el ministerio para niños más vibrante y que más se ha alabado.

Es la familia.

La Escritura nos dice repetidamente que la fe se transmite a través de las generaciones integrándola intencionadamente en la vida familiar y haciéndola personal para los hijos. Cuando no seguimos la receta, a menudo se producen consecuencias no deseadas. Como líder del ministerio, leer cualquiera de las últimas investigaciones y estadísticas sobre la fe hoy en día equivale a dejar caer un martillo sobre mi pie. La asistencia a la iglesia está cayendo en picado. Los jóvenes abandonan la fe. Se siente como la peor de las revisiones de rendimiento.

Sé que no estoy solo en mis sentimientos abrumadores de dolor, duda, urgencia y frustración. En algún momento, la receta dada por Moisés en el Deuteronomio 6 fue alterada, y estamos viendo las consecuencias de la peor manera posible. La buena noticia es que tenemos la oportunidad de cambiar estos resultados y, con la oración, cambiar el futuro de la fe para las generaciones venideras.

Ciertamente hay muchas herramientas que la iglesia puede utilizar para caminar junto a los padres, abuelos o cualquier otra persona que sirva como cuidador principal de los niños, ayudándoles a abrazar la increíble responsabilidad y el privilegio de transmitir la fe. Las investigaciones muestran que las siguientes herramientas son tres elementos esenciales que los padres y cuidadores de niños necesitan para encontrar la confianza necesaria para criar héroes de la fe. Que el viaje del crecimiento familiar a través de las generaciones no tenga precio, tanto en el hogar como en la iglesia.

  1. Orientación

Aunque la intención de Dios es que los padres sean los principales formadores de discípulos para sus hijos, nunca pretendió que lo hicieran solos. La iglesia, entre otros, desempeña un papel de apoyo fundamental. Un guía es alguien que guía en lugares desconocidos, interpreta, comparte información importante y responde a las preguntas. La familia de la iglesia debería acompañar a los padres de manera similar. Ejemplos de esta guía son ofrecer consejos y técnicas de enseñanza que sean apropiados para determinadas edades o compartir recursos de fe orientados a la familia.

  1. Un plan

Ya sea un estudio bíblico personal, las comidas semanales o las vacaciones, tener un plan a seguir nos da el empuje y la seguridad en nosotros mismos que necesitamos para dar el primer paso. No es de extrañar que el best seller Qué esperar cuando se está esperando es leído por el 93% de las futuras madres, según USA Today. En él se esboza un plan para que los padres tengan una idea de lo que se avecina y puedan prepararse para el viaje que les espera.

Un plan proporciona normas a seguir, al tiempo que permite ajustarse a cada situación particular. Hay muchas sugerencias para un plan cuando se trata de la formación espiritual. Un ejemplo es la herramienta de referencia espiritual llamada GrowthRings®. Puede obtener más información sobre esta herramienta en growfamilyfaith.com. Además, si busca artículos religiosos asequibles como algunos figura religiosa de manos rezadoras y también cuentas de rosarioSi no está de acuerdo, puede visitar House of Joppa y comprobar la amplia gama de artículos religiosos que se venden.

Cuando se trata de un plan de formación en la fe, hay que recordar dos cosas:

  • Siempre hay espacio para moverse en un plan. Deja que el Espíritu Santo dirija mientras le encomiendas tus esfuerzos.
  • Un plan es sólo una herramienta. La Biblia es mucho más poderosa que cualquier herramienta o patrón de vida. Es la Palabra que nos moldea a la semejanza de Jesús.
  1. Rendición de cuentas

La vida es ajetreada para todos, especialmente para las familias. Cuanto más ocupados estamos, más fácil es desviarse del plan.

Tampoco es un viaje fácil. Los padres y cuidadores tienden a cuestionarse constantemente, luchando por creer que son las personas adecuadas para este importante trabajo. Cuanto más poco cualificados nos sentimos, más propensos somos a subcontratar. Contar con una persona o grupo que ayude a los padres a mantenerse en el camino hacia la meta es la clave del éxito. Estos compañeros de responsabilidad no deben tener miedo de hacer preguntas difíciles y también deben dar ánimos a lo largo del camino.

Shelley Henning lleva más de dos décadas dedicada a la pastoral infantil y familiar. Es cofundadora y directora ejecutiva de GrowthRings (growthringsco.com) y ha escrito un libro, numerosos artículos y planes de estudio relacionados con el ministerio infantil y familiar.