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Tu relación con Jesucristo, basada en la oración, las Escrituras, la comunidad y el servicio, es fundamental para todo lo demás en tu vida. Pero tus relaciones con los demás también son importantes para tu crecimiento continuo. Las relaciones sanas e intencionadas con otras personas pueden ayudarte a seguir a Dios.

El compromiso creativo y coherente con la llamada de Dios requiere la ayuda de los demás. El modelo de la relación de Jesús con sus discípulos es un gran ejemplo. Aunque cada discípulo escuchó y respondió a una llamada única y personal a seguir a Jesús, cada uno entró también en una comunidad de discípulos. Las vidas de discipulado fiel y de liderazgo valiente se agudizaron y profundizaron en comunidad con otros líderes servidores.

Tipos de relaciones de discipulado

He aquí algunos ejemplos de relaciones y modelos de discipulado que pueden ofrecerte apoyo en tu camino con Dios.

Tríadas

Reúnete semanalmente con otras dos personas que compartan tu compromiso de seguir la llamada de Dios durante al menos un año. Basen su tiempo juntos en la Palabra de Dios y confíen el uno en el otro y en el plan de Dios para ustedes. La transformación ocurre cuando los miembros de la tríada disciernen juntos lo que Cristo está haciendo en sus vidas y cómo están llamados a responder. Discernir juntos proporciona responsabilidad espiritual y estímulo, aunque tengan diferentes llamados.

Colaboraciones de liderazgo

Los colaborativos de liderazgo son grupos de ocho a doce líderes que se comprometen a crecer como líderes espirituales y a utilizar el contexto de su ministerio como entorno para ampliar su capacidad de liderazgo. En una colaboración de liderazgo, viajarán juntos a través de un proceso de tres años probado en el campo y diseñado para hacer crecer su liderazgo personal, su liderazgo organizacional y su liderazgo reproductivo. Obtenga más información aquí.

Familias

Comunica a tus seres queridos y a los que te quieren cómo ves a Dios dando forma a tu vida. Hará posible que los miembros de la familia te animen, te apoyen y caminen a tu lado en los momentos de alegría y de duda. Promoverá oportunidades de crecimiento espiritual en el hogar, y si estás casado puede fortalecer esa relación. Estas relaciones familiares no se limitan a tu familia inmediata; pueden incluir a los padres y hermanos también.

Relaciones personales transformadoras

Una o más relaciones uno a uno -especialmente una relación de coaching- te ayudarán a empoderarte mientras aplicas lo que estás aprendiendo, buscas nuevas formas de ser fiel a tu llamado, y disciernes el futuro siempre emergente de Dios. Estar en una relación uno a uno, como el coaching, te permitirá:

  • Profundizar en el carácter de Cristo.
  • Obtenga una mayor claridad y enfoque en su vocación.
  • Desarrollar nuevas competencias ministeriales.
  • Vive tu vocación con valor.

Entrenador

Un coach es a menudo un compañero que ha sido entrenado para escuchar atentamente y hacer preguntas poderosas con el fin de ayudarle a ser quien Dios le llama a ser y hacer lo que Dios le llama a hacer. Un coach te ayuda a crecer en la conciencia y la comprensión del presente a través del discernimiento y el autodescubrimiento para ayudarte a vivir en el futuro preferido de Dios con un seguimiento y una implementación intencionales. Un coach también añade un elemento de responsabilidad que te ayuda a actuar según tus intenciones.

Mentor

Un mentor es una persona que, a través de su formación y experiencia, tiene conocimientos, demuestra habilidades o exhibe rasgos de carácter que a usted le gustaría desarrollar más plenamente. Una relación de tutoría surge de una afinidad con el mentor. Aunque un buen mentor siempre escucha atentamente y hace buenas preguntas, cuando pides a alguien que sea tu mentor le invitas a compartir sus conocimientos adquiridos, extraídos de experiencias pasadas, para ayudarte a vivir más fielmente en el presente.

¿Qué tipo de relación necesitas ahora mismo?

Identificar a los entrenadores, directores espirituales y mentores anteriores a menudo proporciona ánimo y le ayuda a identificar el tipo de relaciones individuales que necesita en esta etapa de su vida.

Cuando revises tus relaciones pasadas, reflexiona sobre lo siguiente:

  • ¿Qué tipo de relaciones ha utilizado Dios para alimentar tu crecimiento?
  • ¿Quién te ha ayudado a crecer como discípulo?
  • ¿Qué tipos de relaciones faltan?
  • ¿Sería útil un mentor o consejero?
  • ¿Necesitas que alguien te discierna?
  • ¿Tiene una relación de coaching?
  • ¿Necesitas un entrenador?
  • ¿Quién puede ayudarle a encontrar un entrenador?

En pocas palabras

A medida que compartas tus sueños, tu vocación y tus experiencias vitales en relaciones que te den vida, adquirirás un mayor conocimiento de ti mismo, y tu vida como seguidor de Cristo cobrará un nuevo significado. Desarrollar y mantener estas relaciones te ayudará a sostener tu llamado a través de la aventura diaria de la vida como hijo bautizado de Dios.

«Vida con propósito»

Este artículo fue adaptado de Purposeful Living, un proceso estructurado y con base bíblica diseñado para ayudarte a encontrar tu llamado de Dios.