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Esta devoción forma parte del Devoción de Adviento del Árbol de Jesse serie. 

Lectura de la Escritura: Josué 2:1-21

La línea familiar de Jesús está llena de personas improbables. Una y otra vez, son más pecadores que santos. Olvidan, desobedecen o traicionan a Dios con regularidad. No son honorables, ni compuestos, ni pulidos, y no son confiados ni dignos de confianza.

Rahab es una de estas personas improbables. Y es más improbable que la mayoría de las personas nombradas en la genealogía de Jesús (Mateo 1:5) porque es una extraña por tres motivos: es (a) una mujer, (b) una cananea, y (c) una prostituta.

En una genealogía que se extiende desde Abraham hasta Jesús, ella es una de las cinco mujeres nombradas. En una genealogía patrilineal -un registro de padres e hijos-, ella está en la lista. Y lo que es más sorprendente, aparece a pesar de ser una gentil, una no israelita, alguien decididamente fuera del árbol genealógico. Y, por supuesto, es una prostituta.

Sin embargo, Dios la considera digna de ocupar un lugar en su familia. La invita a desempeñar un papel en la historia de Israel que reclama la tierra prometida por Dios. Y la injerta en la familia lo suficientemente pronto como para que sea una de las tatarabuelas de Jesús.

¡Qué estímulo para nosotros! Dios no sólo nos quiere en su familia, sino que quiere utilizarnos. Cuando nos unimos a la familia, nos pone a trabajar, ayudando a que esta historia avance hacia su hermosa conclusión. Rahab tuvo un papel en la venida de Jesús como bebé, pero nosotros tenemos que unirnos a la venida de Jesús en la gloria.

Oración

Dios, tu gracia es asombrosa. Te importa un bledo mi pedigrí, e incluso estás dispuesto a pasar por alto mi pecado mientras me injertas en tu familia y en tu historia. ¿Me ayudarás a ser fiel como Rahab mientras hago el trabajo para el que me has llamado? Amén.

Grace Ruiter cofundó Faithward y supervisó su crecimiento desde un pequeño blog hasta un ministerio que llega a más de 100.000-200.000 personas cada mes. Lleva haciendo demasiadas preguntas desde que empezó a hablar, y ahora no piensa parar. Aunque su curiosidad ha desafiado su fe a veces, también es la forma en que su relación con Dios ha crecido hasta donde está hoy. Puedes ponerte en contacto con Grace en graceruiterwrites@gmail.com.