Una pequeña rama

Un brote saldrá del tronco de Jesé,
    y una rama crecerá de sus raíces.
El espíritu del Señor descansará sobre él,
    el espíritu de la sabiduría y el entendimiento,
    el espíritu del consejo y la fuerza,
    el espíritu del conocimiento y el temor del Señor.

Hace mucho tiempo, el pueblo de Dios fue expulsado de su barrio y enviado a vivir a otro lugar. La vida era dura, y sus nuevos vecinos eran malos. El pueblo de Dios tampoco era amable. Parecía que todo el mundo se preocupaba sólo de sí mismo. Algunos niños pequeños no tenían padres, y nadie se ocupaba de ellos. Algunos ancianos no tenían familia, y nadie se molestaba en ver cómo estaban.

Dios estaba harto de ese comportamiento. Él se preocupa por la gente y quiere que se preocupen los unos por los otros. Así que le dijo a su pueblo que iba a poner fin a eso, igual que si se cortara un árbol grande. Una vez que el árbol es cortado, es el fin. Deja de crecer.

Pero Dios hizo una promesa: una pequeña rama brotaría del tocón del árbol muerto. Un nuevo brote verde comenzaría a crecer. Las cosas ya no estarían muertas.

Esa pequeña rama es Jesús. Viene del tronco de su tatarabuelo, Jesé. Durante el resto del Adviento, vamos a escuchar más historias sobre las personas de la historia de la familia de Jesús y sobre cómo ayudaron a Dios a traer una nueva vida a su pueblo.

¿Has visto alguna vez un nuevo brote creciendo de un árbol viejo? ¿Qué siente tu corazón cuando ves crecer nuevas plantas en primavera?