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I Últimamente me he planteado algunas preguntas sobre el liderazgo. Cuando se me pide que asuma un papel de liderazgo, por qué ¿quiero liderar? ¿Cuál es mi propósito en el liderazgo? Y que ¿es mi máximo ejemplo de líder?

El Señor ha llamado a su pueblo a ser líderes y a parecerse más a Cristo. Sabiendo esto, el mejor ejemplo de liderazgo es Jesús. Jesús lideró a sus discípulos invitándolos y desafiándolos a través del estímulo, teniendo carácter y competencia de humildad a través de su capacidad de ser un siervo, y teniendo una postura de corazón para permanecer moldeable en el Señor yendo a él para tener relación.

Jesús fue un animador al invitar a la gente a entrar mientras los desafiaba a ser mejores. Pienso en Pedro porque Jesús llamó a Pedro y lo acogió (Mateo 4:19). Jesús también desafió a Pedro reprendiéndolo para que pensara de manera diferente con la esperanza de que creciera como el discípulo que Jesús sabía que llegaría a ser (Marcos 8:33).

Jesús hablaba continuamente de servir. Nunca dijo ser el mejor, ser el primero; en realidad, la tendencia de Jesús era exactamente la contraria. Lavó los pies de los discípulos (Juan 13), entró en Jerusalén montado en un burro (Marcos 11:1-11), sirvió en lugar de ser servido (Marcos 10:45), realizó milagros y curaciones, y dedicó mucho tiempo a la confraternidad, todos ellos ejemplos de su espíritu de servicio.

La otra parte del liderazgo de Jesús era su voluntad de seguir siendo moldeable y ser discipulado. Él estaba discipulando a la gente a su alrededor, pero sabía la importancia de ir al Padre. Quería tomarse el tiempo para construir su relación con el Padre antes de hacer su ministerio (Mateo 14:23; Marcos 1:35).

Si al examinar mis intenciones para liderar encuentro que mi meta no es glorificar a Jesús, puede ser un momento para reflexionar sobre mi intención, mi propósito y quién es mi ejemplo. Mi meta debe ser tener más de Jesús, dejando que me transforme y caminando más como un siervo, humillado por todo lo que hace en mi vida.

Este artículo también se publicó en RCA hoy en díaLa revista de la Iglesia Reformada en América.

Unas palabras de Jeff Allen,
coordinador principal del discipulado en la Iglesia Reformada en América

Este mensaje de Jessica Harcarik nos desafía a considerar la postura de nuestro corazón y nuestra motivación para el liderazgo en la iglesia de Jesucristo. Jessica nos anima a considerar nuestro carácter (corazón), nuestra competencia (habilidad), y a servir con humildad siguiendo el ejemplo de Jesús.

¿Quieres crecer en el carácter y la competencia de Jesús?
Contacta con Jeff en jallen@rca.org para dar el siguiente paso en el discipulado.

Jessica Harcarik

Jessica Harcarik es una anciana de la Faith Community Church en Littleton, Colorado. Es la anciana más joven en la historia de la congregación.