Comprobación de los mitos más comunes sobre la discapacidad
Al igual que otros, las personas con discapacidad luchan contra los estereotipos. Las barreras a las que se enfrentan las personas con discapacidad comienzan con las actitudes de la gente, que a menudo se basan en la desinformación y los malentendidos sobre lo que supone vivir con una discapacidad. Esta es la verdad sobre algunos de los mitos más comunes sobre la discapacidad que puedes haber oído.
Las personas con discapacidades son valientes y tienen coraje.
Las personas con discapacidad pueden ser valientes y arrojadas, como lo sería cualquier otra persona. Sin embargo, adaptarse a una discapacidad es más una cuestión de adaptación a un estilo de vida que de "actitud valiente".
Las personas que utilizan sillas de ruedas están "confinadas" o "en silla de ruedas".
Una silla de ruedas, al igual que una bicicleta o un automóvil, es un dispositivo de asistencia personal que permite a alguien desplazarse. Las personas tienen libertad de movimiento gracias a las sillas de ruedas.
Todas las personas con discapacidad auditiva pueden leer los labios, y las personas ciegas adquieren un "sexto sentido".
Las habilidades de lectura de labios o del habla varían entre las personas que las utilizan y nunca son del todo fiables. Aunque la mayoría de las personas ciegas desarrollan más plenamente el resto de sus sentidos, no tienen un "sexto sentido".
Las personas con discapacidad se sienten más cómodas con "los suyos".
Este comentario suele reforzar los prejuicios y no ayuda a las personas con discapacidad. En realidad, las personas con y sin discapacidad se benefician de la proximidad entre ellas y de las relaciones o amistades entre ellas.
Las personas sin discapacidad están obligadas a "cuidar" a las personas con discapacidad.
Si bien es nuestra vocación cristiana mostrar bondad y compasión, debemos hacerlo siempre con sumisión a la persona a la que servimos, sin dar nunca por sentado que necesita nuestra ayuda, sino ofreciendo y recibiendo asistencia con humildad.
La vida de las personas con discapacidad es totalmente diferente a la de las personas sin discapacidad.
Las personas con discapacidad van a la escuela, se casan, trabajan, tienen familias, lavan la ropa, hacen la compra, ríen, lloran, pagan impuestos, se enfadan, tienen prejuicios, votan, hacen planes y sueñan como todos los demás.
La mayoría de las personas con discapacidad no pueden tener relaciones sexuales.
Cualquier persona puede tener una relación sexual adaptando la actividad sexual. Las personas con discapacidad pueden tener hijos de forma natural o mediante adopción. Las personas con discapacidad son seres sexuales como cualquier otra persona.
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Todos Pertenecemos, Sirviendo Juntos: es una colaboración de la RCA y CRCNA Disability Concerns, Christian Horizons y Elim Christian Services.
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