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Esta devoción forma parte del Devoción de Adviento del Árbol de Jesse serie. 

Lectura de la Escritura: Génesis 12:1-7

La mudanza no es la idea que la mayoría de la gente tiene de un buen momento. Embalar resulta abrumador, cargar y descargar el camión es agotador y la instalación parece interminable. (¿Quién no tiene una caja sin abrir en el sótano?) Además, la mudanza suele alejarnos de los lugares que conocemos y de las personas que queremos.

Pero Dios no deja que esos desafíos le impidan llamarnos a un nuevo hogar. Abraham y Sara tuvieron que empacar sus tiendas, cargar sus camellos, y lentamente hacer su camino desde su hogar en Ur a una nueva tierra, Canaán. Abraham y Sara podrían haber decidido quedarse quietos, pensando que la energía de la mudanza no valía la pena. Podrían haberse establecido más profundamente en Ur y permanecer cerca de sus familias.

Sin embargo, si lo hubieran hecho, la bendición de Dios no habría llegado al mundo. A través de Abraham, Dios promete bendecir a todas las familias de la tierra. La voluntad de Abraham de hacer algo incómodo y desconocido significa que la gracia de Dios sale.

En el viaje de Abraham, podemos ver los tenues contornos del propio Jesús. El Hijo de Dios también dejó su hogar, donde habitaba con el Padre. También viajó a una tierra lejana, la tierra de la humanidad. Y a través de él, la gracia de Dios salió.

La voluntad de Jesús de dejar la comodidad de la morada divina y entrar en nuestro mundo significa que la bendición se extiende a nosotros. De él hemos recibido gracia sobre gracia.

Oración

Jesús, naciste de la carne y viniste al mundo, un hogar incómodo para alguien acostumbrado a la divinidad. Pero sabías que si no lo hacías, no recibiría tu gracia. Así que viniste. Gracias. Ayúdame a alejarme de los espacios familiares para entrar en otros nuevos, donde puedas difundir tu gracia a través de mí. Amén.

Grace Ruiter cofundó Faithward y supervisó su crecimiento desde un pequeño blog hasta un ministerio que llega a más de 100.000-200.000 personas cada mes. Lleva haciendo demasiadas preguntas desde que empezó a hablar, y ahora no piensa parar. Aunque su curiosidad ha desafiado su fe a veces, también es la forma en que su relación con Dios ha crecido hasta donde está hoy. Puedes ponerte en contacto con Grace en graceruiterwrites@gmail.com.