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Utilice esta letanía adaptada de las palabras del Confesión de Belhar para profesar su creencia en el mensaje de unidad, reconciliación y justicia de la Confesión de Belhar en el culto.

Texto de la letanía

Líder: Creemos en el Dios trino, Padre, Hijo y Espíritu Santo, que reúne, protege y cuida a la iglesia mediante la Palabra y el Espíritu. 

La gente: Esto, Dios lo ha hecho desde el principio del mundo y lo hará hasta el final. 

Líder: Creemos en una sola iglesia cristiana santa y universal, la comunión de los santos, llamada de toda la familia humana. 

El pueblo: Creemos que la obra de reconciliación de Cristo se manifiesta en la iglesia como comunidad de creyentes que se han reconciliado con Dios y entre sí. 

Líder: Creemos que la unidad es, por tanto, un don y una obligación para la Iglesia de Jesucristo. 

El pueblo: Creemos que a través de la obra del Espíritu de Dios es una fuerza vinculante, pero al mismo tiempo una realidad que debe ser perseguida y buscada fervientemente. 

Líder: Creemos que esta unidad debe hacerse visible para que el mundo crea que la separación, la enemistad y el odio entre personas y grupos es pecado. 

La gente: Creemos que cualquier cosa que amenace esta unidad no tiene lugar en la iglesia y debe ser resistida. 

Líder: Creemos que la verdadera fe en Jesucristo es la única condición para ser miembro de esta iglesia. 

Personas: Por lo tanto, rechazamos cualquier doctrina que absolutice la diversidad natural de tal manera que ésta impida o rompa la unidad visible y activa de la iglesia. 

Líder: Rechazamos cualquier doctrina que profese que esta unidad espiritual se mantiene realmente en el vínculo de la paz mientras los creyentes están alejados unos de otros y desesperados por la reconciliación. 

Personas: Rechazamos cualquier doctrina que niegue que el rechazo a perseguir seriamente esta unidad visible como un don inestimable es pecado. 

Líder: Rechazamos cualquier doctrina que sostenga que la descendencia o cualquier otro factor humano o social deba ser una consideración para determinar la membresía de la iglesia. 

El pueblo: Creemos que, en obediencia a Jesucristo, su única cabeza, la iglesia está llamada a confesar y hacer todas estas cosas, 

Líder: aunque las autoridades y las leyes humanas lo prohíban y el castigo y el sufrimiento sean la consecuencia. 

El pueblo: Creemos que Jesús es el Señor. Al único Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, sea el honor y la gloria por los siglos de los siglos.

David Alexander

David Alexander recibió una maestría en teología del Seminario Teológico de New Brunswick en 1980. Él y su esposa sirvieron como misioneros en Taiwán con la Iglesia Reformada en América durante casi 40 años hasta su jubilación en 2018.