Esto forma parte de una serie de devociones que reflexionan sobre las líneas del Padre Nuestro con la mirada puesta en temas de justicia y reconciliación. Explora más entradas de esta serie de devocionales.
Donde el cielo y la tierra se unen para todos los afligidos
Escritura adicional: Génesis 16
I o es un secreto que Dios escuchó los gritos de los israelitas. Estamos familiarizados con sus gritos, ya que a menudo entrelazamos nuestros propios gritos con los suyos. Los dolores afligidos por Egipto son crudos y dolorosos. Los dolores de nuestro mundo actual son crudos y dolorosos. Afortunadamente, Dios escucha nuestros gritos. Una y otra vez, Dios nos saca de Egipto, del dolor.
Mientras somos conducidos desde el Mar Rojo, pasamos por el desierto de Shur. Nuestros corazones apenas registran este lugar. Para nosotros no es nada extraordinario. Pero este no es el caso de Agar. Es la otra, la esclava egipcia de Sara. Agar huye porque está afligida por su ama israelita. Agar está cerca del manantial en el camino a Shur cuando se encuentra con el ángel del Señor. Evidentemente, Dios escucha los gritos de esta esclava afligida. El ángel del Señor le dice: "Ahora has concebido y darás a luz un hijo; lo llamarás Ismael, porque el Señor ha prestado atención a tu aflicción".
Imagínate, si Shur tuviera oídos, escucharía los pasos ensordecedores de los israelitas. Un éxodo a gran escala. Imagina, si Shur tiene boca, que susurraría en nuestros oídos: "Hay otra búsqueda de la libertad. Un éxodo a pequeña escala. ¿Sabes que también escucho los pasos solitarios del otro esclavo egipcio?".
¿Cuál sería nuestra respuesta a Shur, si somos sinceros?
Independientemente de nuestras respuestas, Dios nos escucha. Dios nombra al hijo de Agar Ismaelque significa "Dios escucha". Porque Dios la escucha, Agar se convierte en la única mujer de toda la Biblia que nombra al Señor: El-RoiEl Dios que ve.
¿Es un secreto que Dios ve y escucha no sólo a los israelitas sino también a los egipcios? Me lo pregunto.
Oración: Así como estuviste con los afligidos en el desierto de Shur, estate con todos tus hijos de cada lado del río. Querido Dios, danos oídos y ojos para escuchar también los gritos de Agar. Ayúdanos a pedir perdón a otras razas y a reparar las heridas. Que se haga tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Amén.
Jui Lin Ou Yang
Jui Lin Ou Yang se graduó de la Escuela Teológica Andover Newton en 2018 y es candidata al ministerio en la Iglesia Reformada en América. Habla con fluidez el taiwanés, el mandarín y el inglés, y sirve como pastora itinerante en el Gran Boston.
